MACONDO.
Ese pueblo salido del realismo mágico de nuestro Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, también existe en el aeropuerto Ernesto Cortissoz de Barranquilla.
Una marca de “mariposas amarillas” para un espacio de confort y elegancia que le permite a los viajeros transportarse a un universo mágico, antes de partir a su lugar de destino.